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lunes, 20 de octubre de 2014

La Televisión en el espacio
Las cámaras de televisión a bordo de las naves espaciales, transmiten a la tierra información espacial que hasta hace un tiempo eran inaccesibles.
Las naves espaciales Mariner, lanzadas por Estados Unidos entre 1965- 1972, envió miles de fotografías de Marte. se transmitieron también miles de fotografías de la superficie lunar para su análisis y elaboración científica, al tiempo que millones de personas en todo el mundo pudieron contemplar la emisión en color directamente desde la superficie lunar.
Desde 1960 se han venido utilizando también ampliamente las cámaras de Vidicon, preparadas en tierra registran imágenes de las nubes y condiciones meteorológicas durante el día, mientras que las cámaras de infrarrojo captan las imágenes nocturnas.
Las imágenes enviadas por los satélites no solo sirven para predecir el tiempo sino para comprender los sistema meteorológicos globales. Se han utilizado cámaras Vidicon de alta resolución a bordo de los satélites para las tecnología de los recursos terrestres.





Tanto las ondas de la radio, como las de la televisión o el móvil, hasta la luz “visible”, que podemos ver con los ojos, o los rayos X, son exactamente el mismo fenómeno físico: todas ellas son lo que se denominan ondas electromagnéticas.
Sin embargo, a pesar que son “la misma cosa”, queda patente que cada una interacciona de una forma u otra con la materia, ya que por ejemplo las ondas de radio no las vemos, mientras que los rayos X consiguen atravesar nuestra piel… y ninguno de ambos fenómenos ocurren con la luz visible.
Esto radica en que aunque todas ellas son radiaciones que pertenecen al espectro electromagnético, cada una tiene una frecuencia (o longitud de onda) diferente, lo que hace que cada onda lleve una energía diferente (proporcional a su frecuencia).
Así, las ondas de radio, que tienen una frecuencia muy inferior (de unos 10KHz), tienen una energía mucho menor que las ondas de luz visible (con una frecuencia de unos 1015Hz), y estas son, a su vez, mucho menos energéticas que los rayos X, por ejemplo.
Esta es la principal razón por la que si inciden sobre nosotros ondas de radio ni nos enteramos, pero si incide luz visible sí que lo notamos, así como con los ultravioleta, que ya nos ponen la piel tostadita, o los rayos X, con los que no podríamos tener una exposición prolongada ya que estos nos causarían daños en nuestro cuerpo. (texto extraído de  http://universocuantico.wordpress.com/2009/10/26/las-ondas-de-television-por-el-espacio/)






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